La mirada del otro

© Susan Bilbao

¿Para qué o quién fotografiamos? ¿Cuál es la búsqueda, si hay alguna? ¿Cuán importante es el reconocimiento de otros? ¿En qué medida nos apegamos a nuestra obra/producto? ¿Existe una diferencia entre la fotografía de autor, el reportaje social, el reportaje documental, la publicidad, la moda….? La imagen fotográfica está en todas partes. ¿Cuántas imágenes se generan cada día? ¿Por qué se realizan?

Supongo que existen tantas respuestas como preguntas se podrían plantear. ¿Es realmente importante averiguar dichas respuestas? ¿Es realmente importante o necesario plantearse las preguntas? Supongo que, para muchos, no es en absoluto significativo plantearse nada en el momento de realizar una foto, aunque también supongo que, para otros muchos, sí que lo es.

Yo sí me hago este tipo de preguntas, sí que trato de averiguar sobre mis motivos, mis búsquedas e intención. La mayoría de las veces las respuestas tienen tanto que ver con mi propio mundo y propia búsqueda que, probablemente, aunque lo explicase con palabras, no supondría ninguna diferencia para el resultado, es decir, la imagen y lo que significa dicha imagen para otros. De hecho, muchas veces, la audiencia ve otra cosa, saca otras conclusiones, percibe otras emociones, se le inspiran otros pensamientos, evoca otros lugares, otras vivencias…. Y todo ello, desde mi punto de vista, enriquece la imagen, la llena de emociones, significados, intenciones, experiencias y matices que no tenía cuando apreté el botón, al menos no eran visibles hasta que alguien, otro que no era yo, lo señaló.

Así, la fotografía no resulta ser tan sólo lo que el fotógrafo (o el equipo fotográfico, gráfico o de imagen) hace de ella, sino lo que el público, el que la mira, decide que es.

Y bien, ¿es este hecho algo que afecta al fotógrafo? ¿Es bueno que lo haga? ¿Haría yo esa foto a la que me enfrento si alguien más, además de mí mismo, la fuese a ver?, ¿o no la haría? ¿En qué momento pienso yo en el público, en ese juez, o, como mínimo ese ente que opina? ¿Antes? ¿Cuando todavía estoy ideando un proyecto fotográfico, desarrollando una idea, tal vez buscando sponsors, colaboradores, ayuda de algún tipo? ¿Durante la propia sesión fotográfica? A lo largo de la selección, edición, post-producción, etc…? ¿En el momento en que lo voy a presentar, enviar, subir a la red,…? Imagino que en este caso también hay múltiples respuestas para estas preguntas, tal vez tantas como fotógrafos y circunstancias.

Yo debo admitir que, a veces, más de las que quisiera, he dejado de hacer fotos, o de poner proyectos en marcha por pensar con demasiada antelación en la reacción de los que mirarán esas fotos, bien sean clientes potenciales, editores, colegas, familia, amigos, o público en general, o un poco de cada. El apego excesivo a lo que uno genera, bien se trate de algo inmaterial, o tangible, puede resultar muy limitante para la creatividad propia, pues impide compartir y, con ello mejorar. No sólo porque de ese modo das, y eso te hace sentir bien en sí mismo, sino porque recibes mucho más y eso te ayuda a progresar, a crecer. La calidad de lo que se da y de lo que se recibe sólo podrá mejorar por medio de la práctica.

Desde 1:1 Photo Magazine tratamos de hacer visible el trabajo que consideramos merecedor de ser visto, nos interesan los proyectos, no tanto quién o quienes lo ha desarrollado, aunque, por supuesto, cada autor recibe su mención, su crédito y el pequeño reconocimiento que le podemos dar desde nuestra plataforma. Probablemente, hemos rechazado erróneamente más de una vez y más de dos, incluso es posible que hayamos publicado propuestas que, tal vez, ahora no publicaríamos….. Con esto no hablo desde el arrepentimiento, hablo de que, cada momento es el que es, y cada observador, tantas veces visto como juez, también tiene sus razones, su experiencia e intención. Pero no es infalible ni permanente.

Demasiadas veces, el rechazo o aceptación de otros nos condiciona de tal modo que dejamos de creer en nosotros, o nos llegamos a creer lo que no somos. Como he dicho antes, yo, desde esta plataforma, la de 1:1 Photo Magazine, que es la mía, animo a compartir, yo aprendo con lo que comparto, y, sobre todo, con lo que compartís todos vosotros, con vuestras propuestas, llenas de ilusión, energía, belleza, significado, intención. Compartir es bueno. Compartamos, pues.