1:1 Photo Magazine: ¿Qué queremos?

© Guillermo Labarca

Es difícil escribir hoy sobre fotografía o sobre arte cuando caen bombas sobre niños y otros inocentes en Palestina, mueren tantos en Ucrania, Libia o Siria, cuando el medioambiente se deteriora a ojos vista, cuando tantos eufemismos tapan la verdad y la belleza es otro medio para especular. A esto se suman tantas otras cosas asociadas al deterioro de las condiciones de vida de la mayoría de la población a que lleva la actual reestructuración del capitalismo. Es difícil, en este contexto, hacer arte "por amor al arte", porque quien se atreve es tildado de ingenuo, ignorante, mediocre o simplemente estúpido. Buscar la verdad en la política, en las relaciones personales, en el trabajo, en la actividad artística, en su interpretación o en su evaluación se ha transformado en un gesto quijotesco que ya ni los estudiantes se atreven a hacer.

¿Porque hacemos esta revista cuando estamos rodeados de tantos horrores que no podemos ignorar? ¿Que relación tiene esta revista con los niños que mueren en Palestina o tantos inocentes víctimas del renacimiento de fanatismos nacionalistas o religiosos, cuya intolerancia es incomprensible porque subordinan vidas humanas a una idea?

Al mismo tiempo nos preguntamos ¿Porque hay tantos autores, de tan buena calidad, que publican en esta revista? Yo se porque la editamos pero no se que piensan los autores cuando envían sus trabajos. Pero finalmente poco importan nuestras o sus motivaciones, lo que importa es el hecho que muy buenos fotógrafos muestren sus trabajos sin esperar retribución ninguna o que nosotros nos preocupemos de publicarlos sin que pretender obtener otra ganancia que una gran cantidad de lectores. Queremos contribuir modestamente a equilibrar una balanza donde todavía pesan mucho los que no leen poesía, no ven imágenes que suscitan anhelos redentores, no admiran la obra bien hecha, es decir aquellos que hoy dan forma al mundo: financistas, políticos, periodistas, sociólogos, economistas.

Sabemos que la fotografía, como todas las artes, poco pueden hacer por modificar estos acontecimientos, salvo denunciar, denuncias que no pasan de ser flashes que desaparecen rápidamente. Esperamos que la acumulación de instantáneas produzca un efecto, pero la experiencia muestra que lo que produce es aburrimiento y se pasa a otro tema, ojalá aun más truculento.

Pero también puede ir más allá, como dice Eduardo Momeñe "la fotografía comenta el mundo, opina sobre el mundo. El documentalismo contemporáneo va a los sitios cuando hay que reflexionar sobre ellos, es una reflexión pura y dura sobre el mundo".

Y puede ir aún más allá en dos direcciones, por un lado sustentando utopías, postulando un mundo mejor, diciéndonos esto no puede ser así, no tiene porque ser así, esto puede cambiar, va a cambiar. Y por otra lado, como dice Octavio Paz en relación a la poesía, "nos ayuda a recordar lo que somos", nos recuerda que somos mucho más que las noticias cotidianas, que nuestro ideal de sociedad no es la sociedad de consumo, que la compasión esta en nosotros y que puede hacerse más presente y sobre todo que no nos olvidamos ni del amor, ni de la muerte que son dos verdades que nos definen.