"¡Qué lejos está vuestra sonrisa del miedo que todo lo inunda!
A cuánta distancia del miedo de perderse algo y del miedo a perder algo. Ahora que todos sienten miedo por estudiar más de lo necesario y al tiempo sienten miedo por dejar de hacerlo. Hoy que todos sienten miedo por los retos y al tiempo tiemblan de miedo por no tener ninguno que superar y compartir. ¡Qué lejos queda vuestra sonrisa de todo ello!
Reís en el día del miedo por hablar demasiado y del miedo a no tener nada que decir. En el tiempo del miedo a fracasar y a lo que habrá tras el éxito. Se eleva por encima de todo vuestra sonrisa en el tiempo del miedo al compromiso y el miedo a no tenerlo nunca; del miedo a intentarlo y fracasar y el miedo a no haberlo intentado; del miedo a parecer frívola al tiempo de sentir miedo por no ser lo suficientemente sexy. ¡Cómo reis en estos días!
Felicidad cómplice en las horas del miedo a ser madre y el miedo a no serlo nunca; del miedo a ser como vuestros padres y el miedo a no serlo; del miedo a parecer un cobarde y el miedo a parecer un imbécil.
Vuestra risa es el mayor de los baluartes frente al miedo, pues estáis seguras de algo: la risa está en el justo medio de todo.
Enrique de la Peña