Rebeldía.

   © Guillermo Labarca

Este, el 46, es un número especial de la revista, que consiste esencialmente en echar una mirada a lo que hemos estado haciendo. En 2016 hicimos otro, el número 29, que cubría un período de ocho años, de 2008 a 2016. En este número 46 miramos cinco años, desde 2016 a 2021. Publicamos en este número una foto de cada trabajo presentado en este último período.

La primera vez que miramos hacía atrás nos definimos como extravagantes, “rara avis”, porque hacíamos esta revista por “amor al arte” y también definíamos a los fotógrafos que publicaban aquí como seres extraños porque lo hacían por los mismos motivos. Seguimos teniendo las mismas motivaciones y seguimos pensando lo mismo de los fotógrafos que publican sus trabajos aquí.

Pensamos, además, que lo que hacemos, editores, fotógrafos y lectores es manifestar rebeldía. Rebeldía frente a ciertos rasgos de la cultura contemporánea, como son, por ejemplo, el de valorar cualquier objeto o acción por su precio y no por -valga la redundancia – su valor. Prestar más atención al protagonista que a lo que producen. Que los decibelios sean más decisivos que los argumentos. Que el marketing tenga más peso que la calidad, y tantos etcéras más.

Nos rebelamos frente a estos rasgos porque afectan directamente la fotografía y eso nos importa mucho. Vemos que existe un culto al autor de los cuales se habla mucho, de su biografía, de la manera como vive o vivió, de su orientación sexual, política o la que sea y muy poco de las obras. Reaccionamos a esto y también al ruido que acompaña la búsqueda de notoriedad.

Estas rebeldías son al mismo tiempo una búsqueda de calidad, de interés por la obra bien hecha, de honestidad, de no dejarse atrapar por modas o por recursos efectistas, de amor por la fotografía, de no usarla para otros fines si no que de buscar hacer obras bien terminadas. Eso es lo que los fotógrafos que aquí publican dejan ver en sus trabajos. También se puede ver en el hecho que colaboren con una revista con estas características, porque aunque tengan una alta reputación y estén bien posicionados en el mercado aceptan publicar aquí sin esperar otra recompensa que el aprecio de los lectores.

Esta rebeldía es, entonces, un acto político en tanto busca un mundo mejor para algo que nos importa.