Fotografía ¿Utopía?

   © Guillermo Labarca

Frente a los horrores que vemos cada día: guerras múltiples en el Medio Oriente, Palestina, Israel, Líbano, Siria, Yemen, República Centro Africana, Sudán, Sudán del Sur, Myanmar, Pakistán, Rusia Ucrania, Iraq, Burkina Faso, Somalía, Myanmar, Nigeria, a los que se suman conflictos locales como entre otros Haiti. A los abusos contra la libertad, incontables y permanentes, con sistemas judiciales inoperantes,   frente a una ola de corrupción que se va introduciendo en los poderes del Estado. Esto que contemplamos cada día que algunos, los más afortunados, podemos ver con cierta distancia es sinónimo de indiferencia? ¿No tendríamos que hacer algo para contribuir a parar esta escalada del mal? ¿No tendríamos, en esta revista, que informar, denunciar, tomar posición frente a estos y tantos otros hechos? 

Pregunta pertinente, a la que respondemos que ya hay fotógrafos que hacen ese trabajo, informan y al hacerlo denuncian. Algunos lo hacen con maestría y, a menudo, tomando enormes riesgos. Pero ¿nos exime esto de contribuir también nosotros a mostrar estas realidades? No, de ninguna manera, pero nuestra contribución sigue otros cauces. 

 Las fotos que mostramos aquí y las que hemos estado seleccionando para la revista durante 55 números, que son muchos años, apuntan a mostrar quienes y como somos los seres humanos, al menos un aspecto de nosotros, que es el del deseo por ser mejores. 

Por medio de la perfección técnica, de revelar aspectos de la realidad que no habríamos conocido de otra manera, de abrirnos a lo bello de un rostro o de un paisaje, de sorprendernos con situaciones insólitas, de conocer lugares, hábitos y costumbres ignotas, de introducir dudas y nuevas informaciones sobre lugares y personas que creíamos conocer pretendemos ampliar el repertorio y la información que poseemos y así ser más completos como individuos. 

 ¿Intenciones, pensamientos utópicos? Por supuesto que si, la fotografía comparte con las otras artes rasgos utópicos. La utopía está entrelazada con ideales personales o sociales de un mundo mejor, la fotografía, aun cuando esté siendo crítica o denunciando está postulando, implícita o explícitamente, un ideal, una situación deseable. De esta manera la utopía fuerza los límites de la realidad existente y se identifica con el anhelo de un mundo mejor. La utopía es impulsora del progreso social, plantea la exigencia de realizar un ideal, como rechazo del derrotismo y el realismo fatalista. Cioran reconoce como positiva esta fe racional de transformar lo existente de la realidad con algo potencial, la “fascinación de lo imposible”, sin la cual se produce una condena a vivir en la esclerosis y la rutina. Es en definitiva un rechazo al estado de las cosas y a un determinismo conformista. 

 Aun cuando la Utopía original de Moro sucede en una isla , para preservar su carácter impoluto y defenderse de contaminaciones externas, no es eso lo que queremos aquí, muy por el contrario. Al dar a conocer las fotos que mostramos aquí queremos que vayan más allá de las fronteras que impone el dispositivo donde se muestran y quien las vea atisbe una realidad mejor y ojalá genere dudas y saberes. 

 Sabemos que nuestra contribución es modesta pero, al mismo tiempo, ambiciosa. Finalmente, si sabemos y empatizamos con quienes sufren tanta injusticia pero, al mismo tiempo, mantenemos la esperanza (utópica tal vez) que podemos ser mejores.