Hombre contemplativo, en la orilla de una playa. Montaje de su silueta recortada (irregular, rota, con estelas negras del brillo del agua de la orilla) sobre un fondo de cielo tormentoso.
El éxtasis de la contemplación transforma la ciénaga de aguas revueltas en perspectiva de fuga purgadora. Una ventana de esperanza en un espacio turbador, sometida a una estrecha vigilancia.