Entrada/Salida

Fotos y texto: © Kamil Sleszynski

  • "A prisión solo se va una vez. Esta primera vez. Después ya no hay prisión. Tampoco hay libertad. Todo es lo mismo",
    A. Stasiuk, TMuros de Hebrón. "

    Ellos a menudo malgastan su libertad por petición propia, en base a cualquier estupidez. Mientras cumplen sentencia se prometen a sí mismos que nunca volverán a cometer el mismo error y que no volverán a prisión. Sin embargo, la intención no es suficiente. Una larga pena deja su marca y ellos tienen que luchar contra ella a lo largo del resto de su vida. Los hábitos que ayudan a sobrevivir en prisión se vuelven una gran carga cuando se vive una vida normal. Dicha carga hace que esa libertad tan anhelada sea un estado en el cual les resulta tan difícil encontrarse a sí mismos y solo unos pocos consiguen hacerlo. La mayoría elige la solución más simple. Vuelven a comportamientos previos, al ambiente familiar y, al final, vuelven a estar tras los barrotes de Nuevo, porque solo allí se sienten seguros. Sólo allí no necesitan tomar ninguna decisión práctica y difícil. Todo el proceso comienza de cero. Sin embargo, no tiene por qué ser así.