___________________________________________________________________
3
tiempo hemos tenido la oportunidad de publicar una serie de expresiones fotográficas (y literarias, con estupendas obras mixtas entre un fotógrafo de imágenes y un escritor de imágenes) sorprendentemente creativas y diversas, descubriendo en algunos casos qué poco sabíamos de la vanguardia que se sigue haciendo en lugares con enorme tradición fotográfica (¡que buena sorpresa ha resultado Francia!) y qué deuda mantiene la revista con otros focos a los que deberemos esforzarnos en llegar mejor (Latinoamérica: queremos soplar fuerte allí).

Al principio, fue tarea nuestra convertir 1:1 en viento, a través de la continua búsqueda de contenidos en los primeros números; ahora, gracias a los trabajos que nos envían y nos proponen sus autores por propia iniciativa , ese viento es mucho más ágil, se divide, recorre el planeta entero, se le abren espacios desde casi todos los lugares posibles, lo que nos produce doble satisfacción: conocemos autores cuya obra ignorábamos y, además, nos hacemos —por una vez— partícipes de su trabajo, porque creemos y nos gusta creer que 1:1 constituye un medio de divulgación particular, en el que las propuestas fotográficas se completan con textos que se insertan en ellas, las completan y las transforman, y que es en esa transformación en la que se crea algo nuevo que no existe fuera de 1:1. Finalmente —¿por que no reconocerlo?—, a estas satisfacciones sumamos la algo vanidosa de haber sido considerados por los autores como medio para exponer parte de su trabajo: resulta un gran estímulo comprobar que 1:1 —esa obra colectiva— es considerada un digno medio de difusión no sólo por jóvenes o inéditos artistas, sino también por muchos ya establecidos en el mercado. Este hecho favorece al equilibrio de lo que queremos mostrar.... y nos permite seguir siendo muy libres también, característica que creemos una esencia de la revista.

1:1 no ha dejado de ser, hasta el momento, un lugar de expresión espontánea, en lo bueno y en lo malo. Carentes de otra ambición que la de contribuir a mostrar otra perspectiva de la fotografía, en la que la propuesta se arma
transformación a diversos niveles. Uno de nuestros mayores retos ha sido responder a nuestras necesidades técnicas online. Diseñar el espacio donde queríamos presentar unas propuestas que en nuestra opinión son valiosas y contribuyen con su estética y contenidos a elevar la calidad del panorama fotográfico y, además, hacerlo de una manera digna, en la que cada autor se sienta bien con la manera en que se presenta su propuesta (otro proceso que supone todo un aprendizaje). Sentirnos cómodos con la maquetación y aprender a desarrollar cada número por el método de prueba y error ha sido todo un logro. Buscar un servidor, generar bases de datos, enviar mails en bloque (¡¡todavía estamos trabajando en ello!!). Hay muchísimo trabajo ahí detrás, lo decimos con satisfacción y alegría.

Aprender a trabajar en equipo ha supuesto un gran desarrollo en nosotros, no sólo a nivel fotográfico, editorial o de criterios, sino también y de manera muy significativa, en el ámbito más personal. A cada uno nos ha tocado trabajarnos facetas diversas: la paciencia, la perseverancia, la escucha, el respeto o la generosidad, muchas cosas, muchas, muchas cosas. El hecho de no establecer una estructura previa, con unos roles establecidos, lejos de convertirnos en un grupo caótico nos ha dado la posibilidad de desarrollar nuestro trabajo en 1:1 en base a nuestro tiempo, interés, agrado y necesidad. Y, sin saber realmente por qué ni cómo, el equipo ha ido avanzando en armonía con cada una de las tareas necesarias para sacar adelante la revista y, lo que es mejor, sentirnos satisfechos con ello.

Sorprendentemente, un proyecto que en un principio se generó para responder a unas inquietudes fotográficas personales, a una búsqueda de estímulos y contenidos, a una exploración de nuestra propia fotografía a través de las de otros, se ha convertido en mucho más, a nivel personal, técnico y de gestión, aspectos en los que hemos tenido que enfrentar desde cero las particularidades de editar una revista en Internet, un medio ajeno al soporte físico que ha sido la esencia desde siempre de la fotografía. Y al mismo