• © John Lambrichts
  • Incredulidad


    Quién creó los campos, los árboles y los caballos? La pregunta le persigue, tropieza y se queda tras la hierba cubierta de nieve. Dos vacas juntan sus cabezas. Con cada ráfaga de viento se va acercando a su destino. Ella recuerda lo que le solía decir su tía Betty: ‘Nadie sobrevive sin agua.’ Mientras pasa por el poste fronterizo, las campanas de la iglesia le llevan de nuevo hacia los campos desnudos. Ella se queda donde está. El río corre bajo sus pies y el aire flota en el río. Ella se sorprende de su propia felicidad, que ha encontrado justo donde le ha esperado siempre. Dentro de ella y de todo lo que pasa.


    Texto © Pascal Panis